Como en Babel...

Quien no escucho hablar alguna vez de Babel?...

toda una imagen arquetípica de la confusión humana... distintas lenguas, escaso o nulo entendimiento...

Cuando intentamos abordar la descripción y categorización nosológica de los trastornos del lenguaje en el niño, muchas veces parece que, como en Babel; cada autor, cada texto, cada modelo teórico, referencia aspectos diversos y en ocasiones hasta contradictorios.

Es que no es fácil... porque el lenguaje mismo es complejo! Como bien acuerdan los distintos autores, hay todo un entrecruzamiento de variables que lo definen: neurofisiológicas, psicoafectivas, cognitivas, socioculturales...

Pero además... los criterios clasificatorios varían en función de la mirada de cada corriente, o afán y preocupación del autor; asi hay clasificaciones sobre criterios etiológicos, fisiopatólogicos, neurolinguisticos, en función del pronóstico, de la característica y severidad de los síntomas, de lo específico o no del trastorno... etc..

QUE hacer???? cómo aproximarnos a una clasificación lo suficientemente amplia y a la vez rigurosa, para entender la problemática del lenguaje infantil?

Bien.. recurramos al querido Dr.Ajuriaguerra... y sus claves...

1-"enfermos y no enfermedades"... la patologia no está separada de la persona, ni es "toda" la persona

2- entender las clasificaciones como una especie de "brújula"... orientadoras, dirigidas a conducirnos por aproximaciones al diagnóstico e intervención clínica ; y no como "catálogo" con múltiples compartimentaciones...ocasionalmente muy distintas a su presentación real..

No hay recetas... y las presentaciones absolutamente coincidentes con las descripciones librescas son excepcionales! Sin embargo... necesitamos tener criterios esenciales que nos permitirán desembrollar lo complejo del lenguaje y su patología, particularmente en la niñez... donde la variable evolutiva atraviesa toda la clínica...

Y un buen comienzo es diferenciar claramente las variables clasificatorias y reconocer las disidencias y/o coincidencias conceptuales de los distintos autores...

Lectura, discusión y estudio como cimientos... y luego, entonces si, dejar que cada niño nos cuestione y movilice.