..."El tiene el síndrome"... "Ella es Down"... o "tardó" más para todo, no fue como el hermano... Así suelen comenzar las entrevistas de padres de un niño con problemas. Hay en juego una diferencia.
La gravedad de la alteración del desarrollo padecida por un niño puede ser variable, pero en todos los casos esta marca lo aleja de la normalidad...Esta diferencia lo nomina: "es un paralítico"... "es una patología genética"...
Nunca resulta indiferente un niño señalado como diferente...
En todas las situaciones, la tarea es escuchar... Qué nos piden? Quién es ese niño? Qué dicen de si? Qué dice el niño? ... Sólo en actitud de escucha podremos "leer" en la demanda de los padres...
Si el terapeuta de cualquier área no hace este silencio fecundo de su saber, no hará más que obturar alli donde cree ayudar.. El niño "no puede"... entonces se hace por él.. Allí donde se lo cree agujero, se le pondrá un parche. Ahí donde aparece la mancha, se pensará en un quitamanchas"... y en realidad se trata de un niño,..."que alterado en su esencia... clama ser mirado y respetado como humano"
-La escucha de lo indecible- Mónica Arias
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"El encuentro con un niño pequeño suele situarnos, a los adultos, en un lugar extraño. Algunos nos mantienen a distancia con una mirada fija, seria, escrutadora; otros, muy sonrientes, nos invitan a hacer morisquetas...; otros nos dejan con las ganas, sumiéndonos en la sensación de serles absolutamente indiferentes, prescindibles...
Sea como sea, nos modifican, algo termina haciendo preguntas dentro nuestro: ¿qué querrá?, ¿qué le pasa?, ¿le gustaré?....
Entonces, ¿cómo intervenir? ¿Cómo dar un diagnóstico, cómo plantear una acción?
A los adultos puede resultarnos sencillo pensar que, a tal área dañada, apliquemos tal especialidad.... cuando cada profesional pretende trabajar con una parte del niño , mirando sólo ese segmento; el niño se situa allí, en esa mirada recortada...
Para que el camino de apropiación sea posible, tiene que haber un otro que otorgue y sostenga, permitiendo que el niño se apoye y se lance a la búsqueda- constitución de su propio deseo.."
-El encuentro con un niño pequeño- Haydée Coriat
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"La palabra del docente y de los especialistas no es inocua, produce efectos que pueden ser terapéuticos o iatrogénicos.
Lacan dice que la palabra es constituyente, es decir, puede construir.
Los niños, en pleno proceso de constitución, nos obligan a cuidar minuciosamente la palabra.
Y ésto es un requisito ético en nuestra praxis, ya que permanentemente somos invocados a poner en palabras diagnósticos, pronósticos, indicaciones...
Como psicopedagoga, puedo decir, que día a día escucho historias de pacientes en las que la palabra de un médico o de un docente abrió o cerró caminos, produjo efectos en el discurso familiar que bloquearon o estimularon la evolución de un niño...
Los que trabajamos con niños escuchamos un coro de voces: la del niño y sus padres; quizás, la de otro médico o docente; a veces, la de otro especialista. Ellos lanzan la melodía y el que en ese momento conduce la orquesta tiene la posibilidad de enriquecer la partitura original, asegurando que al sonido inicial, le sucedan otros cada vez más claros, más auténticos...
Y todo ello sin esperar aplausos...
Y todo ello sabiendo que la música es infinita... continúa en otras escenas... en otros tiempos... con otros directores..."
-Del moisés a la escuela- Liliana González
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El poder de la mirada, la escucha, la palabra...
favoreciendo u obturando ...unificando o desintegrando...
vaya... no es poca cosa...verdad?
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